lunes, 31 de agosto de 2009

La mezquita


La mezquita es el lugar donde se reúnen los musulmanes para rezar. Su arquitectura, notablemente heterogénea en todo el mundo musulmán, se inspira en la sala del exilio de Mahoma en Medina. Lo que hoy son sus cúpulas no era entonces más que una tela hinchada por el viento y sostenida por una palmera. Las mezquitas son, sin duda, las edificaciones más acabadas de la arquitectura musulmana, satisfacen no obstante y ante todo las necesidades del culto y proclaman la sumisión del arte a las reglas de vida que estipuló el Profeta.Pero la mezquita no es solamente un lugar para el rezo. Es también un importante espacio de encuentro social y político. El musulmán no tiene la obligación de realizar sus oraciones en la mezquita. Cualquier lugar limpio es adecuado para este fin, pues, según afirma el Islam, Dios no está encerrado entre cuatro paredes. Además, las mezquitas sirven para discutir y resolver problemas que afectan a la comunidad musulmana, o Umma, y para meditar. Tradicionalmente, en ellas se estudian distintas disciplinas relacionadas con el Islam y la jurisprudencia. Alumnos y profesores se sientan en el suelo alrededor de las columnas para este fin.
Antiguamente, los viajeros, al llegar a una ciudad, se alojaban en las mezquitas. Algunas mezquitas grandes en las ciudades disponían de comedores para pobres, hospitales, escuelas... ubicadas en edificios anexos a la mezquita.
La principal oración de los musulmanes es la de los viernes al mediodía. Es el momento de mayor afluencia a las mezquitas pues se realiza el sermón, o jotba, dirigido a la comunidad de creyentes. En general los no musulmanes no pueden entrar en ellas, si se exceptúa las de Turquía y algunas otras, que se pueden visitar a condición de mostrarse respetuoso con la vestimenta y la actitud.



Todas las mezquitas se inspiran en la del Profeta Muhammad. Constan de una sala de oraciones formada por una serie de arcadas que recuerdan un palmeral. En dirección a La Meca se sitúa el mihrab, o nicho desde el cual el imam dirige la oración. Junto a él se asienta el mimbar, o púlpito desde el que se hace la prédica de los viernes. Antes de acceder a la sala de oraciones se ubica el patio, que suele ser muy amplio, y en medio del cual hay una fuente para las abluciones. Los fieles deambulan descalzos pues en el Islam, lo mismo que en el budismo y en otras culturas, la suela de los zapatos simboliza la suciedad y la impureza

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1. Haram: La sala de oración o haram es la habitación principal de la mezquita; es más ancha que larga. de acuerdo con el ordenamiento de la oración colectiva durante la cual los fieles ocupan filas paralelas mirando en dirección a La Meca. En algunas mezquitas de gran tamaño existe un patio que, llegado el caso, puede acoger a otros fieles que no caben en el interior.
2. Fuente de las abluciones: A la entrada de todas las mezquitas hay instaladas fuentes y pilas de agua. Los fieles deben proceder a las abluciones rituales antes de entrar en el recinto del haram.
3. El minbar: Es el púlpito sobre el que se sitúa el imán durante la predicación de los viernes. Para otros días u otros menesteres existe otra tribuna diferente.
4. El mihrab: Es una hornacina construida en el muro para indicar la dirección a La Meca. Ocupa un lugar destacado, visible desde todo el haram.
5. El minarete: La llamada a la oración es pronunciada por el almuédano desde lo alto de esta torre que flanquea todos los edificios religiosos musulmanes.

Mi Salat

domingo, 30 de agosto de 2009

Maher Zain - Palestine Will Be Free فلسطين سوف تحرر

Suplicas Durante el Ayuno




1. Alláhumma ínni as'áluka bi rahmátikal-láti wa si'at kúl-la shai 'in tagfírali dunúbi.

¡Oh Allah! Te ruego por medio de tu Misericordia, que lo abarca todo, que perdones mis faltas. (Ibn Máya, Hákim).

2. Dahabaz-zamau wabtal-latil-'urúqu wa zabatal-ayru inshá Allah.

La sed se ha apagado, las venas se han llenado y, si es la voluntad de Allah, la recompensa del ayuno será establecida. (Ibn Máya, Hákim).

3. Ya wasi'al-fadli-igfirli.

¡Tú! Que eres grande en bondad, perdóname. (Virtudes de Ramadán).

4. Alláhumma laka súmtu wa 'ala rizqika aftártu.

¡Oh Allah! Sólo por Tí he ayunado y sólo por Tu sustento he roto mi ayuno. (Al Azkar lin-Nawawi).

5. Ya 'adimu ya 'adimu wa anta ilahi la ilaha gairúka igfirliya-ad-danbal-'adíma fa ínnahu la yagfirud-danbal 'adíma il-lal-'adim.

¡Oh el Más Grande! Oh el Más Poderoso. Nadie es merecedor de adoración excepto Tú. Perdona mis faltas más grandes, pues nadie las perdona, sino el Más Grande. (Kanzul Ummal).

6. Bi saumi gádin nawaitu min shah-ri Ramadana.

Tengo la intención de ayunar mañana, por el mes de Ramadán.

Este du'á se debe decir en el momento del suhur. Cada ayuno tiene una intención separada. Intención significa inclinación del corazón.

7. Alláhuma asúmu laka fagfirli ma qad-damtu wa ma aj-jartu.

¡Oh Allah! Mantengo este ayuno por Tí, así que perdona mis faltas pasadas y futuras.

jueves, 27 de agosto de 2009

La forma de hacer el Salat


WebIslam

Mujeres con pañuelo.


WebIslam

El Sagrado Corán

La revelación del Sagrado Corán, la escritura sagrada del Islam, comenzó hacia el año 610 d.C., durante una de las meditaciones que el Profeta (saws) solía llevar a cabo en la cueva de Hira, en el Jabal Nur. El Ángel Gabriel se le apareció y le ordenó: "Lee, en el Nombre de tu Señor, que creó al hombre a partir de un coágulo de sangre. Lee, pues tu Señor es el más Generoso, y enseña al hombre, mediante la pluma, aquello que no sabe." La Revelación, en lengua árabe, se extendió durante un periodo largo de tiempo, y dirige las acciones y respuestas del Profeta (saws) durante el periodo protoislámico. Ya durante este periodo de revelación empieza a guardarse el Corán por escrito, aunque no será hasta más tarde que se haga lo propio con la totalidad del Libro. El Sagrado Corán es una revelación primaria, es decir, es palabra por palabra y letra por letra, obra de Dios, y no una 'inspiración' humana, como ocurre con las escrituras del Judaísmo y el Cristianismo, por ejemplo. También a diferencia de las escrituras del Judaísmo y el Cristianismo, que han sido traducidas, editadas, y adaptadas, proceso que aún hoy en día continúa, Dios ha preservado al Sagrado Corán de sufrir el más mínimo cambio desde su revelación. Asimismo, esa condición de obra divina hace inservibles las traducciones a efectos litúrgicos. El Sagrado Corán es, en el Islam, la fuente primaria de la doctrina y del derecho, siendo los Hadices, o Tradiciones Proféticas, y la Sunna o ejemplo del Profeta (saws) las fuentes secundarias. El texto del Sagrado Corán se divide en 114 suras, o azoras, colocadas de manera que da precedencia a las más largas sobre las más cortas. Estas suras pueden clasificarse por el lugar en que fueron reveladas: Meca o Medina. Las primeras, más poéticas, suelen transmitir una poderosa sensación al oyente, por cuanto hablan de la relación del mundo con Dios, en tanto que las de Medina suelen más bien contener legislación. Estas suras se dividen, a su vez en versículos (ayat, o aleyas), teniendo el Sagrado Corán, en su totalidad, unos 6.700 versículos. Se ha hablado mucho sobre la 'compatibilidad' entre las afirmaciones de la ciencia moderna y el Corán como signo que vendría a confirmar la autenticidad de éste. Sin embargo, la ciencia cambia de parecer todos los días, en tanto que el Sagrado Corán es inmutable, por lo que no conviene dar demasiada importancia a esas coincidencias: la mejor prueba de la autenticidad del Corán es el Corán mismo, y no su coincidencia con aspectos mutables de nuestra existencia. Un signo más permanente sería quizá el conocimiento que el Creador demuestra en el Sagrado Corán de su criatura, el hombre: ningún ser humano escribiría de la humanidad lo que de ella se dice en el Sagrado Corán. Otro signo es el hecho de que Dios haya protegido al Corán de todo cambio. Por todo lo dicho resulta evidente la importancia del Sagrado Corán para los musulmanes, mucho mayor relativamente que las de otras religiones. Por ello su lectura resulta fundamental también para que el no musulmán pueda comprender el Islam.

DESCARGA AHORA EL SAGRADO CORÁN TRADUCIDO AL ESPAÑOL

miércoles, 26 de agosto de 2009

LOS 5 PILARES DEL ISLAM

1- La Shahada ( Testimonio de Fe)

2- El Salat ( La oración)

3- El Zakat ( Contribución Social)

4- El ayuno del mes de Ramadán

5- El Hayy ( La peregrinación)



El primer pilar: La Shahada (Testimonio de Fe), es expresar con total convicción y en forma voluntaria: No hay otra divinidad con derecho de ser adorado sino Dios, y que Muhammad, es el Mensajero de Dios

(Ash-hadu an la ilaha illa Allah, wa ash-hadu anna Muhammadan rasulullah).
Esto significa, la afirmación de la unidad absoluta de Dios la que ha sido predicada por todos los Profetas y Mensajeros, desde Adán hasta el último de ellos, Muhammad (saw).

Esta declaración contiene en sí misma, los dos conceptos básicos:
a) Tawhid (Monoteísmo: Creer en que todo cuanto hay en los cielos y en la tierra pertenece solo al Creador), y
b) al Risala (El Mensaje: Es el canal de comunicación, a través de los Profetas, entre Dios y la humanidad)

El segundo: El Salat (La Oración), es el vínculo entre el musulmán y su Señor, cinco veces al día, en forma individual o conjunta. En ella se recita el Sagrado Corán y se efectúan determinados movimientos que simbolizan el espíritu de sumisión. El Salat redime los pecados, fortifica la conciencia y el espíritu; aparta del mal y de lo reprochable, dice El Altísimo: "Observa la oración, porque ella preserva de lo ilícito y de la obscenidad".

El tercero: El Zakat (Contribución Social), consiste en la purificación de los bienes de los pudientes, mediante la destinación de un porcentaje excedente de esos mismos, para los pobres y necesitados.
Entre sus beneficios cabe destacar el afianzamiento de lazos entre los pobres y ricos, puesto que el ser humano tiende por naturaleza a amar a su benefactor, como así también erradica del alma la avaricia y la mezquindad, como reza en el Sagrado Corán, al dirigirse al Mensajero: "Toma de sus riquezas una caridad para purificarles y enriquecer sus almas con ella".

El Quarto: El ayuno del mes de Ramadán , (noveno del calendario lunar). El musulmán debe abstenerse de comer, beber, fumar y de tener relaciones sexuales desde el alba hasta la puesta del sol.

En este mes, comenzó la revelación del Sagrado Corán en una noche llamada "Laitatul Qadr "(la noche del decreto), dice El Altísimo; "El mes de Ramadán, en que fue revelado el Corán, guía para la humanidad".
Dijo el Mensajero de Dios (saw) "Quién ayune en el mes de Ramadán con fe y esperanza en la recompensa de Dios, le serán perdonados sus pecados".
El fin no es solamente abstenerse de comidas, bebidas y otros elementos que anulan el ayuno, puesto que el Profeta (saw) dijo: "El ayuno es una protección".
Está exento de ayunar el enfermo, el viajero, el anciano y la mujer en el período menstrual , post-parto, embarazada o que amamanta a su hijo.

El Quinto: El Hayy (La Peregrinación). Es deber de todo musulmán con recursos para hacerlo, una vez en su vida, viajar a Makka y realizar la peregrinación. La misma se lleva a cabo solamente en el mes de Dhul Hiyya (décimo segundo del calendario lunar).
Dice Dios: "La peregrinación se efectúa en los meses consabidos. Quién la emprenda deberá abstenerse de la copula, de cometer actos impíos y de discutir".
Dijo el Mensajero de Dios (saw) "Quién peregrine correctamente, es como si hubiera nacido nuevamente".

lunes, 24 de agosto de 2009

NO EXISTE CONVERSIÓN EN EL ISLAM

En un famoso hadiz se narra que Rasul (S.A.S.) dijo que: "Todo ser humano nace con su Naturaleza original intacta, y son sus padres los que lo hacen judío, cristiano o politeísta". A lo cual uno de sus Compañeros replicó: "... o musulmán". Y el Profeta (S.A.S.) contestó: "No, pues el Islam es el estado natural del ser humano". Cuando nacemos, nuestra Fitrah (estado primigenio con el que llegamos al mundo), está intacta, pura: la primera conversión que recibimos es la de nuestros padres y más tarde el medio cultural y social en el que nos desenvolvemos va dando lugar a diversas conversiones. Ese estado es el que tenía nuestro gran profeta Abraham (la Paz sea con Él). Él era "hanif", es decir, era creyente en un solo Dios y se sometió a Él de forma espontánea y natural. El hombre nace con esa aptitud.

Todos los días de nuestra vida nos "convertimos" en algo, pertenecemos a tal o cual religión, o tal o cual ideología política, etc. Con todo ello vamos ocultando, velando esa Fitrah con la que nacemos. El Islam por el contrario, nos invita a ir quitando velos que hemos ido depositando encima, que han hecho crecer nuestro Ego, dándole apariencia de realidad.

Así, pues ¿cómo podríamos convertirnos en algo con lo que nacimos?

Por todo esto debemos aclarar que en el Islam NO HAY CONVERSIÓN sino que la persona que se hace musulmana decimos que: ha recuperado el Islam, ha completado el din, ha entrado en el Islam... No es adecuado usar la palabra "conversión" (por eso cuando no hay más remedio que escribirla lo hacemos entre comillas), ya que es inadecuada. Dice el Diccionario de la Lengua Española que "converso es aquel que cambia de religión";. Al Islam no te conviertes, REGRESAS.


Elegir el Islam



La decisión de adoptar una identidad religiosa musulmana es a la vez tremendamente significativa y tremendamente compleja. La elección afecta a muchas áreas de la propia vida, desde el concepto de uno mismo y las relaciones familiares hasta el tipo de vida que uno adopta. Mientras que la recompensa resultante y el sentido de satisfacción son frecuentemente enormes, los desafíos y frustraciones pueden a veces también parecer insoportables. Consciente de ambas cosas, los desafíos y las oportunidades, el propósito de esta sección es introducir al proceso de elegir el Islam, subrayar el papel de tu esposo(a) (si estás casado/a), donde corresponda, y describir tus responsabilidades en el proceso de tu elección del Islam.

"Proceso" es la palabra clave. Una transición de esta magnitud no se produce en una noche. De hecho, un aspecto importante del proceso será identificar y discutir tus cambiantes sentimientos y actitudes acerca de llegar a ser musulmán. El proceso requerirá que explores aspectos de tú identidad espiritual, cultural y social porque el Islam tocará todas esas partes de lo que tú eres. Para poseer el Islam, para sentirte auténticamente musulmán tendrás que tener paciencia, coraje, sentido del humor, un deseo de aprender y ganas de preguntar cuestiones muy difíciles. Pero, como mencionamos arriba, mucha gente ha encontrado que la recompensa de tal exploración es un maravilloso sentido de haber encontrado su hogar espiritual.

En este punto, se debe hacer notar también que inevitablemente, algunas personas descubren a lo largo del camino que el Islam no es la elección correcta para ellos. No hay obligación de elegir el Islam simplemente porque has comenzado a explorar y a estudiar la tradición musulmana. No suponemos que cada persona que considera la posibilidad de llegar a hacerse musulmán la hace realidad, ni tampoco lo consideramos un asunto personal si alguien elige no llegar a convertirse en musulmán. La decisión es y debe ser tu propia decisión tomada libremente. Pero eso sí, debes estar seguro/a de la decisión. Debes ser consciente que entrar al Islam no es ningún pasatiempo.

Finalmente, ten en cuenta que incluso si tú eliges el Islam, el proceso de llegar a ser musulmán no terminará en la "conversión". No podemos forzar nuestras identidades a cambiar completamente de acuerdo con un horario preestablecido. El trabajo depende de ti mismo/a, de modelar el ser humano musulmán que tú serás, es un proceso mucho más sutil y largo. La mayoría de nosotros, incluso aquellos que nacieron musulmanes, nos lleva toda una vida esta tarea. Procura no ser impaciente contigo mismo/a con el proceso.


El papel del esposo (esposa) (Si estás casado/a)


El hecho de tener pareja a veces puede influir en tu modo de actuar. Mucha gente que considera la posibilidad de hacerse musulmán, inicialmente lo hace a causa de consideraciones maritales o parentales. Por ejemplo, muchas mujeres entran al Islam solo por complacer a su marido que sí es musulmán y otras personas que son hijos de matrimonios mixtos, deciden ser musulmanes para agradar a su padre o su madre. En el primer caso, la participación activa del esposo(a) y el apoyo durante el proceso serán de una importancia crítica. La elección de un componente de la pareja de convertirse al Islam afectarán obviamente a la relación marital. Entre otros importantes desafíos, tendrán que trabajar conjuntamente para decidir acerca del tipo de vida islámica que queréis para vuestro hogar. A menudo, tales discusiones fuerzan a un miembro de la pareja que nació musulmán a volver a examinar actitudes o presunciones tenidas durante largo tiempo. De nuevo, la paciencia, y un sentido del humor y el deseo de ser abierto son cualidades realmente importantes y que ayudan. Pero, sobre todo, ambos miembros de la pareja necesitan estar activamente envueltos en este proceso de transición.


Requisitos


Aunque el viaje de cada persona hacia el Islam es individual hay algunos requisitos básicos que esbozaré de una manera general en las dos siguientes secciones: LOS 5 PILARES DEL ISLAM y ¿EN QUÉ CREEN LOS MUSULMANES?. Para conseguir este fin, el individuo que desea entrar al Islam tiene que haber desarrollado conocimientos profundos sobre las ideas islámicas básicas y, asimismo, las prácticas del Islam.


¿A QUIÉN DEBO DIRIGIRME?


Normalmente deberías dirigirte al grupo de musulmanes que tengas más cercano. Este grupo de musulmanes, puede ser bien un grupo que conozcas o con el que entres en contacto, o bien una mezquita o un centro cultural islámico, o un amigo/a musulmán/a practicante, etc. Yo aconsejo que busquéis una mezquita, aunque os quede un poco lejos, también podéis visitar páginas de internet especializadas en el tema islámico para que os puedan aconsejar una solución razonable . 

Os advierto que podéis encontrar musulmanes que no practican el Islam, otros que lo practican de forma errónea, etc. No os desmoralicéis, esto es normal hoy día. Seguid vuestra búsqueda. En Internet podéis encontrar páginas como esta que os podamos ayudar.

¿CUÁL ES EL PROCESO PARA HACERME MUSULMÁN/A?



1) Es muy sencillo, tan solo debes dar testimonio de fe (llamado shahada), primero poniendo intención en tu corazón y diciendo ante al menos dos testigos musulmanes, lo siguiente:

Ash'hadu, an la iláha il-la Alláh , Ua ash-hadu an-na Muhammadan Rasulu Allah (=Atestiguo que no hay dios excepto Dios y atestiguo que Muhammad es el Mensajero de Dios) 

Debes también (si eras cristiano) reconocer y decir: que Jesús (la Paz sea con El) hijo de María la Pura (que Allah esté complacido con ella) no es hijo de Dios, sino un profeta como todos los demás y es súbdito de Allah (Dios). 

Estas son las palabras que pueden sacar a todo el mundo de la oscuridad a la luz. Si las dices creyendo en ellas, con todo tu corazón, sentirás su potencia en tu interior, la potencia que te hará libre, sin límites...

  Con la shahada declaras que crees en Allah, en su existencia, y que Muhammad es su profeta y mensajero. Declaras que crees en todo el Islam como la verdadera religión que fue revelada para corregir y sustituir todas las religiones que fueron reveladas antes de él. 

  Declaras que no eres esclavo/a de nadie excepto de Allah. Todo lo que haces sin excepción es para cumplir tu deber de servir a Dios. Declaras que crees en Allah y que es único, nadie comparte con él el poder, él es quien tiene el poder absoluto. Declaras que todo lo que dice el profeta Muhammed es revelado por Allah para iluminar nuestro camino hacia la felicidad eterna. La shahada es la llave de la fe, es la que te hace creer en los ángeles, en los mensajeros, las escrituras, el destino, su bien y su mal, es toda la fe, y todo el Islam, es la vida del musulmán/a. 

Finalmente si has entrado al Islam y ya eres musulmán/a debes saber que, todas tus faltas cometidas durante tu vida antes de este momento, han quedado borradas y estás limpio/a, como si acabaras de nacer. Hay quien cambia su nombre y se pone un nombre islámico, pero esto es opcional, a menos que tuvieses un nombre ofensivo (cosa muy poco frecuente).

2) Posteriormente debes tomar una ducha poniendo intención que con el agua que lava tu cuerpo, te purificas y te deshaces de la ignorancia que llevabas adosada.

Nota aclaratoria: en el Islam NO SE HACE NINGÚN BAUTISMO. Los cristianos realizan el bautismo para quitar el pecado original cometido por Adán y Eva. En el Islam, la ducha (guzl) solo se hace para purificar de la ignorancia en la que se vivía antes de ver la Luz. En el Islam no existe el concepto judeocristiano de "pecado". Nosotros entendemos que a Dios no podemos hacerle ningún perjuicio porque está por encima de nosotros. En el Islam se entiende que cometemos FALTAS, pero no pecados. Faltas contra nosotros mismos. Y referente a Adán y Eva en el Islam no se les culpa de nada, pues ya estaba en los planes de Dios que éstos desobedeciesen y de hecho Dios los perdonó y les mandó a la Tierra para que fueran sus representantes y dieran origen a la humanidad, ofreciendo el mensaje del Creador para que pudiéramos purificarnos, ser conscientes de nosotros mismos y adorásemos a Dios y solo a Él.



Pido a Allah que me perdone si he cometido algún error en los consejos y todo lo que he dicho anteriormente.

Introduccion al Islam

El Islam y el Musulmán

La palabra ''Islam'', significa paz, obediencia o sumisión en el idioma árabe y en el sentido religioso, quiere decir la sumisión de la humanidad a la voluntad de Dios. El hombre o la mujer que acepta la soberanía de Dios único y se rinde completamente a su voluntad es conocido como "muslim" o en español "musulmán". El nombre "mahometano" que se emplea a menudo en español, es erróneo y ofensivo al espíritu mismo del Islam.

Continuidad del mensaje de Dios

El Islam no es una religión nueva; en su esencia es la misma que Dios les reveló a todos sus profetas. Nuestra escritura sagrada, el Corán, nos dice:

"creemos en Díos y en todo lo que se nos ha revelado: y en todo lo que se les reveló a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob, a las tribus. a Moisés, Jesús, y a todos los profetas de parte de Dios" (El Corán, Capituló II ''La Vaca'', verso 136).

Patrimonio hispano desconocido

El Islam entró de Reno en el patrimonio hispano sólo ochenta años después de la muerte del Profeta Muhammad (¡Qué Dios lo bendiga y lo mantenga en su santa paz!). Durante ocho siglos gloriosos, del año cristiano 711 hasta 1492, el Islam se mantuvo como la religión mas tolerante de la Península Ibérica, hasta que la Inquisición, falsamente llamada "El Santo Oficio" lo derrocó entre los años 1480 y 1550 aproximadamente.

Durante la época de los musulmanes españoles, se edificaron monumentos tan celebres, como la Gran Mezquita de Córdoba (la cual era capital del estado Hispano‑Islámico), el Alcázar de Sevilla y el Alhambra de Granada, que siguen atrayendo a los turistas como verdaderas joyas arquitectónicas Islámicas.

Creencias fundamentales

Un musulmán cree en la unicidad de Dios único, en todos sus mensajeros, en todos sus mensajes o libros sagrados, en sus ángeles creados por El para servirle como funcionarios, en el Día del Juicio Final, y también cree que cada persona es responsable por sus hechos y acciones; el musulmán cree en una vida futura después de la muerte.

La unicidad de Dios

El Islam ordena la fe en la unicidad y soberanía de Dios, lo cual hace que el hombre o la mujer conozca la significación del universo y asimismo, su propio lugar en El. Libra al hombre de todos los miedos y supersticiones, haciéndole consciente de la omnipresencia de Dios, su ser todopoderoso y de sus obligaciones para con El. La fe no basta en si misma para el Islam, sino que debe reflejarse en acciones efectivas. Para creer en un Solo Dios único, se necesita contemplar a toda la humanidad como una sola familia que existe bajo la benevolencia de Dios, el Creador y Sostén Común de todo y de todos. El Islam rechaza la idea de una gente o una raza escogida, haciendo de la fe en Dios único y de las buenas acciones, la única llave para entrar al paraíso, estableciendo así una relación directa hacía Dios, que se ofrece a todo el mundo sin distinción alguna y sin necesidad de ningún intermediario.

El hombre como agente libre

El hombre existe como la suprema creación de Dios y es arquitecto de su propio destino. Creado con las mayores potencialidades, el hombre es Ubre en su voluntad, sus acciones y en su Ubre albedrío. Dios le ha enseñado el camino recto, la vida del Profeta Muhammad (¡Qué Dios lo bendiga y lo mantenga en su santa paz!), nos sirve como el ejemplo perfecto para alcanzar este ideal. La grandeza del hombre y su salvación eterna consisten en seguirlos. El Islam demuestra la pureza de la personalidad humana, les confiere igualdad de derechos a todos sin distinción alguna respecto al color de la piel ni al género masculino o femenino. Sujeta al príncipe y al campesino, al rey y al humilde igualmente a la soberanía de la Ley Divina tal como se enuncia en el Corán y se ejemplifica en la vida del Profeta Muhammad (¡Qué Dios lo bendiga y lo mantenga en su santa paz!).