lunes, 24 de agosto de 2009

Introduccion al Islam

El Islam y el Musulmán

La palabra ''Islam'', significa paz, obediencia o sumisión en el idioma árabe y en el sentido religioso, quiere decir la sumisión de la humanidad a la voluntad de Dios. El hombre o la mujer que acepta la soberanía de Dios único y se rinde completamente a su voluntad es conocido como "muslim" o en español "musulmán". El nombre "mahometano" que se emplea a menudo en español, es erróneo y ofensivo al espíritu mismo del Islam.

Continuidad del mensaje de Dios

El Islam no es una religión nueva; en su esencia es la misma que Dios les reveló a todos sus profetas. Nuestra escritura sagrada, el Corán, nos dice:

"creemos en Díos y en todo lo que se nos ha revelado: y en todo lo que se les reveló a Abraham, Ismael, Isaac, Jacob, a las tribus. a Moisés, Jesús, y a todos los profetas de parte de Dios" (El Corán, Capituló II ''La Vaca'', verso 136).

Patrimonio hispano desconocido

El Islam entró de Reno en el patrimonio hispano sólo ochenta años después de la muerte del Profeta Muhammad (¡Qué Dios lo bendiga y lo mantenga en su santa paz!). Durante ocho siglos gloriosos, del año cristiano 711 hasta 1492, el Islam se mantuvo como la religión mas tolerante de la Península Ibérica, hasta que la Inquisición, falsamente llamada "El Santo Oficio" lo derrocó entre los años 1480 y 1550 aproximadamente.

Durante la época de los musulmanes españoles, se edificaron monumentos tan celebres, como la Gran Mezquita de Córdoba (la cual era capital del estado Hispano‑Islámico), el Alcázar de Sevilla y el Alhambra de Granada, que siguen atrayendo a los turistas como verdaderas joyas arquitectónicas Islámicas.

Creencias fundamentales

Un musulmán cree en la unicidad de Dios único, en todos sus mensajeros, en todos sus mensajes o libros sagrados, en sus ángeles creados por El para servirle como funcionarios, en el Día del Juicio Final, y también cree que cada persona es responsable por sus hechos y acciones; el musulmán cree en una vida futura después de la muerte.

La unicidad de Dios

El Islam ordena la fe en la unicidad y soberanía de Dios, lo cual hace que el hombre o la mujer conozca la significación del universo y asimismo, su propio lugar en El. Libra al hombre de todos los miedos y supersticiones, haciéndole consciente de la omnipresencia de Dios, su ser todopoderoso y de sus obligaciones para con El. La fe no basta en si misma para el Islam, sino que debe reflejarse en acciones efectivas. Para creer en un Solo Dios único, se necesita contemplar a toda la humanidad como una sola familia que existe bajo la benevolencia de Dios, el Creador y Sostén Común de todo y de todos. El Islam rechaza la idea de una gente o una raza escogida, haciendo de la fe en Dios único y de las buenas acciones, la única llave para entrar al paraíso, estableciendo así una relación directa hacía Dios, que se ofrece a todo el mundo sin distinción alguna y sin necesidad de ningún intermediario.

El hombre como agente libre

El hombre existe como la suprema creación de Dios y es arquitecto de su propio destino. Creado con las mayores potencialidades, el hombre es Ubre en su voluntad, sus acciones y en su Ubre albedrío. Dios le ha enseñado el camino recto, la vida del Profeta Muhammad (¡Qué Dios lo bendiga y lo mantenga en su santa paz!), nos sirve como el ejemplo perfecto para alcanzar este ideal. La grandeza del hombre y su salvación eterna consisten en seguirlos. El Islam demuestra la pureza de la personalidad humana, les confiere igualdad de derechos a todos sin distinción alguna respecto al color de la piel ni al género masculino o femenino. Sujeta al príncipe y al campesino, al rey y al humilde igualmente a la soberanía de la Ley Divina tal como se enuncia en el Corán y se ejemplifica en la vida del Profeta Muhammad (¡Qué Dios lo bendiga y lo mantenga en su santa paz!).

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